Esta foto fue tomada por Sergio Pérez, fotógrafo de la agencia Reuters, el día en que se jugaba «El Clásico» Madrid-Barça, el día 10 de diciembre del 2011. La titularon: «Un saludo muy esperado. Guardiola y Mourinho antes del partido». Si se observa con detenimiento se ve que no es el momento del saludo, sino unos segundos después. ¿Qué pasaba por la mente de cada un de ellos?. ¿Qué sentían?
En esos momentos, tras la intensidad emotiva de cualquier encuentro personal, «se baja la guardia» –como se dice popularmente- y son precisamente las actuaciones de esos instantes las que dejan traslucir lo que de verdad se siente. Es precisamente por ello por lo que los expertos en imagen recomiendan, a quienes están en un espacio público y son objeto de las miradas de quienes se encuentran en ese entorno, pensar en permanecer «en escena» todo el tiempo, hasta el instante de volver a encontrarse a solas y entrar en un espacio íntimo ( coche, casa, etc.). Ese es su consejo porque debe recordarse que la foto puede ser lanzada en cualquier momento, desde una cámara profesional o desde un móvil particular.
Si analizamos rápidamente la fotografía superior, vemos cómo la tensión de los dos personajes es evidente. Los es por el partido a jugar y
lo es también por los segundos vividos del encuentro personal entre dos entrenadores que mantienen «relaciones tormentosas» a distancia. A Mou se le ve crispado. No mira a Guardiola, tras el saludo anterior rápidamente a dirigido sus ojos a algún espacio o personas situadas detrás del entrenador del Barça. Huye con la mirada a «otra banda». Toma distancia de su competidor en cuanto tiene oportunidad antes incluso que el segundo haya salido de su campo de visión. Vemos el brazo rígido y la mano izquierda tensa embuchada en el bolsillo. Haz una prueba, saluda con la derecha a un amigo y al mismo tiempo mene tu mano izquierda en el bolsillo. Verás lo que sientes. No es en absoluto cercanía a quién saludas. No sé si estrecharon sus manos. En cualquier caso esta postura de Mou delata que no tenía intención de estrechar la mano de Guardiola y si lo hizo, el sentimiento era de una distancia abismal.
Por cierto, os habéis parado a comparar la vestimenta de uno y otro. En anteriores partidos parecían dos modelos Armani. Mou parece que va en chandal y no es así, viste un «tres cuartos»-gabardina muy italiano, pero su postura lo vulgariza hasta dejarlo en aparente chandal.
Guardiola sigue impoluto y elegante, en vestido y en postura. No olvida cubrir con su mano izquierda la marca de las botellas que porta en la mano. Ya se sabe. Los personajes públicos deben cuidar extraordinariamente evitar hacer publicidad de marcas no contratadas… es decir las que no les pagan. Así parece hacerlo… y lo hace con aparente imprevisión.
Qué podemos decir de la postura cabizbaja de Guardiola, pues que Pep también rehuye la mirada de Mourinho tras el saludo. No mira el cesped, no ve el campo de juego, mira su terreno interno. Parece concentrarse en su interior, en sus sensaciones adversas y controladas. Se diría que su pensar, o mejor dicho su pesar, es no haber salido airoso de ese saludo tenso, emocional, de ese encuentro inicial.
Veamos ahora una foto de los primeros segundos de ese saludo inicial…. piensen en esa imagen: ¿Quién trata de dominar?. ¿Por qué?. ¿Lo consigue?…..
